Parece ser que, no importa cuántas veces a la semana ordenemos la habitación de los niños, siempre hay juguetes, ropa y cuadernos por doquier. Démosle una solución a esto y descubramos cómo utilizar organizadores bonitos para el cuarto de los pequeños, que sean tan funcionales como estéticos.
5 características de organizadores bonitos para el cuarto de los niños
Primero, dejemos claro qué define a este tipo de muebles y por qué resultan tan convenientes si tenemos pequeños en casa.
1. Poseen muchos espacios de almacenamiento
A diferencia de los burós o cajoneras de personas adultas, las cajas organizadoras para niños requieren tener muchos espacios de almacenamiento, pues los pequeños suelen tener muchas pertenencias y les resulta difícil desprenderse de ellas.
Además, si tienen hermanos, es lógico que les hereden ropa, juguetes o material educativo, y es probable que busquemos guardarlas en algún lado. En cambio, nosotros buscamos siempre que sus camas o el piso estén despejados, con tal de imponer un orden e impedir tropiezos.
Debido a todos estos motivos, los organizadores para niños necesitan tener muchos cajones o compartimentos.
2. Están fabricados en plástico
Es un material muy amigable con las infancias, dado que es fácil de limpiar (bastará un trapo húmedo), resistente (si lo dejan caer, es poco probable que se rompa), y ligero. No será difícil, pues, que nosotros o los pequeños lo llevemos en brazos, ni levantarlo en caso de que se caiga.
Por supuesto, también cabe señalar que la popularidad de los objetos hechos en plástico y la cantidad de ellos disponibles en el mercado propician un precio accesible, que sabremos apreciar.
3. Lucen colores llamativos
¡A los niños les encanta! No es frecuente que ellos le den mucha importancia al estilo de diseño o a la combinación de colores con el resto del mobiliario, pero si ven un mueble multicolor -de tonos que combinen o contrasten y sean intensos, por ende, llamativos-, el mueble les dará curiosidad.
De este modo, nos resultará más sencillo presentarles el concepto del mueble organizador y cómo utilizarlo, todo de una manera divertida: guarda las cosas verdes en el compartimento verde, los libros en el cajón amarillo, etc.
No es de sorprender, entonces, que la variedad de colores sea lo que hace a los organizadores bonitos.
4. Caben en una esquina
¡Volvemos al tema del espacio! Si hay tantos juguetes y ropa en todos lados, evitemos instalar un mueble voluminoso que nos quite el poco espacio disponible.
Mejor, obtengamos unos organizadores de plástico que sean más altos que amplios, y en consecuencia brinden una gran capacidad de almacenamiento sin ocupar demasiado espacio. Si los instalamos en una esquina, promoveremos una óptima distribución.
5. Están a una buena altura para los niños
Claro está, esto no significa que sean demasiado altos y se vuelvan inaccesibles para los niños. De hecho, la mayoría de organizadores toman en cuenta su estatura, pues desean que sus usuarios interactúen correctamente con ellos.
Es así que los niños podrán pegar estampas o pegatinas, acomodar sus propios peluches o cambiar de lugar el mueble, si se proponen personalizarlo, pues este tendrá la altura ideal.
De acuerdo, esto resume por qué los muebles y cajas organizadoras son ideales para que un niño las utilice, pero, ¿cómo usarlas en nuestro día a día, acorde a las características de diferentes modelos? Veámoslo a continuación.
¿Cómo utilizar cajas organizadoras de forma experta?
Sigamos estas recomendaciones de organización y exprimamos todo el potencial de los siguientes muebles.
1. Guardemos ropa enrollada
Una técnica popular que logra guardar ropa y ahorrar espacio al mismo tiempo es el enrollamiento. Es decir, en vez de guardar las camisetas o mallas de forma rectangular, la idea es darles vuelta hasta volverlas un rollo apretado.
Esta estrategia permitirá que identifiquemos la prenda fácilmente, y le brindará mayor espacio a la ropa restante.
Usémosla en esta cajonera infantil Klem de AlterEgo, la cual nos ofrece tres compartimentos en donde colocar calcetines, playeras, vestidos y mucho más.
Aparte, dado que es de un color blanco, resulta neutro y le gustará tanto a niñas como a niños. Aprovechemos esta cómoda de madera robusta y maciza, conscientes de que bastará pasarle un trapo húmedo para limpiarla.
2. Acomodemos los juguetes tras la hora de juego
Ya habíamos mencionado algo sobre el hecho de que los niños usen los organizadores de plástico, ahora ahondemos en ello.
Básicamente, si instaláramos este organizador de Home & Home, tendríamos a nuestra disposición 12 recipientes de color verde, amarillo, rojo y azul, distribuidos a través de tres niveles.
Eso sí, considerando que el mueble mide 86 cm de alto, será fácil para los niños interactuar con él.
Habrá que recordarles, tras cada sesión de juego, que devuelvan todo a su lugar, algunas ideas para el orden pueden ser: los juguetes rojos al cajón rojo, los juegos de mesa al amarillo, los muñecos de acción al azul, y así sucesivamente.
Incentivaremos la responsabilidad y organización de los niños de forma divertida.
3. Coloquemos libros y útiles escolares
En este orden de ideas, también evaluemos emplear el mismo organizador de 12 recipientes en su versión rosa y lila para las tareas y deberes escolares.
Al igual que el modelo anterior, tiene 86 cm de alto y 80 cm de ancho, aspecto que nos facilitará acomodarlo dentro o fuera del cuarto de los niños, idealmente de la mesa donde hacen sus tareas y proyectos.
Gracias a estos organizadores de plástico, los niños tendrán un espacio claro en donde colocar y ordenar sus libros de texto, cuadernos, lápices y otros útiles, lo cual ayudará a que no se pierdan las cosas y que su espacio de trabajo permanezca despejado.
4. Decoremos con peluches, pinturas y coleccionables
Organizar el espacio de los niños también puede ser decorar a conciencia. Con este propósito en mente, repartamos coleccionables (muñecos de acción, vasos decorados, regalos, juguetes de edición limitada y otros objetos especiales), a través de las cuatro repisas de este mueble organizador blanco con forma de casa.
Sus repisas están muy expuestas y son amplias, por lo que atraerán las miradas hacia los objetos que coloquemos sobre ellas.
No está de más mencionar que tiene unas dimensiones de 80.6 de ancho y 120 cm de alto. Sigue al alcance de los niños (dependiendo de su altura), sin desentonar con los otros muebles, pues está hecho de un aglomerado de madera capaz de lucir luminoso.
5. Asignemos uno a cada niño
Un último consejo sería asignar uno de los organizadores bonitos a cada niño.
Así, cada quien se responsabilizará de sus juguetes y de sus útiles, no perderían con tanta facilidad sus pertenencias, y tendrían mucho más claro el concepto de pertenencia. Sobre todo, incentivaríamos a nuestros hijos a desarrollar un mejor sentido de responsabilidad.
Antes de darles un estante amplio, podríamos ofrecerles una caja organizadora pequeña de Vanyplas, con capacidad de 2,5 litros, en donde hagan sus primeras pruebas de enumerar y organizar sus cosas.
Saquemos todo el potencial de los organizadores de plástico
Cierto, hemos visto varios ejemplos de organizadores bonitos, pero al final del día quienes lo usarán serán nuestros hijos, primos o sobrinos. ¡Mostremos las opciones a ellos!
Expliquemos su uso y cómo podría ayudarlos a no perder sus juguetes y hallar libros mejor mientras hacen su tarea, hasta convencerlos de lo útil que resultará.
De este modo, tomando en cuenta sus gustos, habiendo explicado su propósito y sabiendo que ellos concuerdan en utilizarlo así, sabremos que será la compra correcta.
