La corona de Navidad es uno de esos ornamentos más representativos de la época. Las hay artificiales, naturales, de varios colores y engalanadas con velas o diferentes accesorios navideños como esferas, listones y bastones de caramelo.
Independientemente de su diseño, es muy común verlas colgadas en las puertas de casas y oficinas, así como en las paredes de sus diferentes estancias.
En el mercado podemos conseguir infinidad de coronas navideñas de excelente calidad y esplendorosos diseños. Pero siempre está la posibilidad de elaborarla con nuestras propias manos, solo para tener un ornamento más “personalizado” y vivir un poco más el espíritu de la época.
Por ejemplo, podemos convertir un manojo de plantas suculentas, bastante populares en jardines y viveros modernos, en una corona natural de lo más singular. Es muy fácil. No hay que ser el más habilidoso ni tener experiencia en manualidades.
Todo es cuestión de tener los materiales correctos y seguir los siguientes pasos que no tomarán más que un par de horas.
Herramientas y materiales
- Una corona de alambre de 12 pulgadas
- Platillo plástico de 14 pulgadas
- 1 paquete de musgo Sphagnum seco de 432 pulgadas cubicas (1097.28 cm3)
- Alambre de entrenamiento de jardinería
- Plantas suculentas surtidas
- Guantes de látex reutilizables
- Tijeras
- Clips de papel
- Cubeta de 5 galones
- Máscara para polvo (opcional)
- Agua
Cabe señalar que en nuestras tiendas The Home Depot podemos conseguir estos materiales y herramientas. Una vez los hayamos reunido podemos lanzarnos a la elaboración de nuestra corona de Navidad.
Paso 1. Rehidratar el musgo
Como su nombre lo indica, este musgo viene completamente seco, es decir deshidratado. Como lo vamos a usar como sustrato y soporte para las suculentas, debemos rehidratarlo un poco. Para ello, lo remojamos con agua tibia en la cubeta durante unos 20 minutos.
Recomendación: al ser extra seco, el musgo Sphagnum puede liberar algunas partículas molestas para el sistema respiratorio mientras lo manipulamos. Si somos muy sensibles al respecto, es necesario usar un tapabocas o, para mayor efectividad, una máscara contra el polvo.
Paso 2. Moldear el musgo en el marco de la corona
En este punto, el platillo plástico de 14 pulgadas empieza a cobrar especial importancia para evitar regueros y mantener limpia el área de trabajo. Sobre él, colocamos la corona de alambre (el marco) y sobre esta moldeamos el musgo. Es decir, lo adherimos a ella.
Cabe señalar que, antes de moldear el musgo debemos colocarnos los guantes y exprimir muy bien toda la humedad que contenga. Y si nos sobra algo de este material, podemos usarlo como sustrato para nuestro jardín u otras plantas que tengamos en casa. La idea es no desaprovechar nada.
Paso 3. Asegurar el musgo
El musgo no se sostendrá por sí solo en el marco de la corona. Por eso debemos envolverlo con el alambre de entrenamiento de jardín, asegurándonos de que no quede forma de que alguna de sus partes caiga al suelo una vez instalemos el ornamento en una puerta o pared.
Paso 4. Preparar el musgo para la adición de las plantas suculentas
Con las tijeras, realizamos aperturas en el musgo para plantar allí nuestras suculentas. El número de orificios dependerá del tamaño de ejemplares que tengamos y el volumen vegetal que deseemos para nuestra corona de Navidad. Igual, si abrimos más de los necesarios no hay ningún problema ¡Así que a cavar!
Paso 5. Empezando a darle vida a la corona navideña
Aquí viene el trabajo más divertido porque la corona empieza a tomar forma. Debemos insertar cuidadosamente nuestras suculentas en cada uno de los orificios abiertos en el punto anterior, y asegurarlas con los clips de papel para evitar su caída una vez la colguemos de una puerta o pared.
Lo ideal es que las plantas queden lo suficientemente juntas para evitar espacios que resulten estéticamente molestos. Pero la decisión final al respecto depende de los gustos personales de cada quién. De cualquier manera, el ornamento, al final, se verá de lo más lindo y original.
Recomendación: combinar en la corona ejemplares de diferentes formas, tamaños y estilos. De esa manera serán más atractivas visualmente y conquistarán aún más los espectadores.
Paso 6. Regar la corona
Una vez terminamos la corona y nos aseguramos de que ninguna planta se caerá, procedemos a rociarla con agua (preferiblemente lluvia), pero solo hasta que se vea húmeda.
Si vamos a dejar el ornamento en el plato de plástico, debemos rociar el agua allí y dejar que las plantas la absorban por si solas.
Paso 7. Los toques finales
La corona de suculentas, sin ningún aderezo, se ve de lo más esplendorosa y original, especialmente para las personas que gustan de la ornamentación plenamente natural. Pero está a nuestro libre albedrío la decisión de añadir unos cuantos adornos más:
- Una flor de Nochebuena junto a un par de campanas doradas colgando de su parte superior.
- Un listón navideño envolviendo las plantas.
- Un par de piñas entre las suculentas.
- Unas pequeñas esferas navideñas a su alrededor, entre otros.
En fin, si lo deseamos podemos añadir a la corona de Navidad un par de accesorios decorativos que la “hagan ver más navideña”.
La recomendación al respecto es hacerlo de la manera más moderada posible para que no se pierda su atractivo principal que son las suculentas naturales. Cualquier complemento debe ser lo más sutil posible.
Paso 8. Presumir la corona de Navidad
A estas alturas del camino lo único que nos queda por hacer es colgar la corona y empezar a lucirla. Pero no podemos hacerlo en cualquier lugar. Debemos tener presente que a este tipo de plantas les viene muy bien un poco de sol por la mañana, pero el de la tarde puede ser un tanto dañino si las golpea directamente.
Si deseamos que nuestro singular adorno sobreviva toda la temporada navideña y mucho más tiempo, debemos elegir un sitio en el que la luz solar no le dé directamente después del mediodía.
Recomendación adicional: no está de más buscar los consejos de un experto con respecto a la cantidad de luz solar directa que pueden recibir las suculentas que vamos a usar, en función de su especie y características particulares. Esto para alargar la vida de nuestra corona.
Acabamos, pero antes una recomendación final
Las plantas suculentas no requieren de mucha agua y pueden vivir en condiciones hostiles. Por ello, el musgo seco resulta suficiente para plantarlas. Debemos regarla, como mucho, una vez a la semana o cuando el musgo muestre resequedad.
El riego debemos hacerlo con una fuerte nebulización de la parte posterior, pero sin exceder la humedad y asegurándonos de que el agua escurra bien. Por lo demás, no necesitará mayores cuidados.
¡Muy fácil! Podemos crear cuantas coronas nos permita nuestro presupuesto, ya sea para decorar varias estancias de la casa u oficina, o para tener un detalle especial con familiares y amigos ¡Sin duda un ornamento de este tipo puede ser más impactante que una postal de Navidad!
Por lo demás, una vez finalizada la Navidad, podemos convertir nuestra corona en un centro de mesa. Todo es cuestión de retirar los accesorios navideños y rellenar su centro con más musgo y plantas. En dado caso, el plato se hace indispensable para colocar el adorno sobre ella.
¡Anímate a hacer tu propia corona de suculentas!
