Dentro de las características de un jardín, esta que son espacios que nos llevan a un mayor bienestar. Mejoran la calidad de vida, ayudan a liberar el estrés, disminuyen la tensión, elevan el estado de ánimo, funcionan como aislantes de ruido e incluso regulan la temperatura, gracias a que humedecen nuestra casa de forma natural. Pero para aprovechar todos estos beneficios de forma apropiada, es primordial ser constantes en el mantenimiento de jardines.
A continuación, se comparten consejos y tips al momento de realizar el mantenimiento de jardines y obtener resultados de ensueño.
¿Cómo mantener un jardín en buen estado?
Contribuir a que el jardín conserve un aspecto saludable, ayuda a embellecer y personalizar mucho más nuestros ambientes, convirtiéndose incluso en un lugar de disfrute para la familia.
Los cuidados son esenciales para garantizar un desarrollo fuerte y sano de nuestras flores y plantas, pero también son necesarios para controlar el crecimiento de ciertas especies, que pueden llegar a esparcirse de forma salvaje y hacer que nuestro proyecto luzca desaliñado.
Herramientas necesarias para el mantenimiento de jardines
Para que los cuidados de las plantas y flores se realicen de forma precisa, rápida y cómoda, es básico tener las herramientas de jardinería más elementales:
Tijera de poda
Se utilizan en el recorte de arbustos y árboles, para retirar ramas y flores secas, en la recolección del cultivo o las cosechas, y para darle forma a diversas plantas, ya sea a modo de figuras o quitar irregularidades. Las hay en distintos modelos: específicos para hojas y tallos, corta ramas, de dos manos y para cosechas. Así tendremos las tijeras correctas tanto para el corte de ramas gruesas y duras, como de ramas más livianas.
Pala jardinera
La pala jardinera funciona para crear agujeros y zanjas en la tierra, y para mover compost y grava, cuando las cantidades son abundantes. Se caracteriza por tener un extremo puntiagudo y curvo, que facilita su inserción en el suelo. El mango puede ser corto o largo, según el tamaño del proyecto, siendo el primero el más ideal para macetas y jardineras. Y, si el trabajo es intenso, se recomienda que este sea metálico, ya que así aportará mayor resistencia y durabilidad.
Azadón
Es una herramienta que se utiliza para airear y remover la tierra previo a la plantación de semillas o plántulas —plantas bebé con tallo y primeras hojas—; en la remoción de mala hierba y raíces; y para abrir zanjas y hoyos en suelos de mayor dureza. Todo esto gracias a que cuenta con una hoja o lámina metálica, sujeta a un mango de madera y posicionada en un ángulo de 90°, que ayuda a clavarse en la superficie.
Bieldo
Este instrumento también sirve para manipular la tierra, aunque su función principal es mezclar el abono o nuevos sustratos. Viene conformado por una pieza de acero con tres o cuatro puntas afiladas que se encajan fácilmente en el suelo.
Trasplantador
Lo ocupamos para nivelar el suelo y cambiar las plantas y flores de lugar. Es similar a una pala, aunque el mango es más reducido y el extremo es más alargado, puntiagudo y curvo, para sostener bien las raíces. A su vez, en su cabeza tiene grabadas unas medidas que ayudan a establecer el nivel de profundidad al que debemos llegar si queremos sembrar o retirar semillas.
Ideas para jardines: tipos de plantas y flores
Para conocer cómo mantener un jardín bonito, es importante tomar en cuenta el tipo de flores y plantas que tenemos plantadas o vamos a sembrar. En la elección debemos considerar el clima de nuestra región —templado, frío o caliente— para elegir aquellas que resistan mejor las temperaturas y nos permitan ahorrar recursos. Acá compartimos una breve guía del tipo de plantas a las que podemos recurrir, según lo que queramos en nuestra decoración:
Plantas ornamentales
Aquí entran una gran variedad de plantas con o sin flor que son ideales para decorar interiores y exteriores. Por lo general, requieren poco riego y luz, lo que las vuelve muy fáciles de cuidar. Algunas opciones que embellecerán nuestros espacios son las hortensias, los claveles, la hiedra, los geranios, los helechos y las petunias.
Hierbas aromáticas
Son plantas que desprenden esencias y se utilizan como especias y condimentos para mejorar el olor y sabor de los alimentos. También suelen tener propiedades antimicrobianas, antifúngicas y antioxidantes. Son fáciles de cultivar, ya que no requieren mucha tierra, pudiéndose quedar por siempre en macetas reducidas. Dentro de las más utilizadas y conocidas, se encuentran el romero, la menta, el tomillo, la albahaca y el orégano.
Hortalizas
Son todas aquellas plantas que se cultivan en huertos y que funcionan como comestibles. En general, tampoco requieren mucho espacio, a menos que queramos tener un huerto con una amplia variedad de productos. Las hortalizas que germinan con mayor facilidad y que quedan bien en macetas no muy grandes son los tomates, las zanahorias, las espinacas, el rábano, las calabazas y la lechuga.
Cactáceas y suculentas
Se caracterizan por ser plantas exóticas y sobre todo desérticas, que tienen hojas carnosas y, en ocasiones, espinas, lo que les ayuda a protegerse de las amenazas y a recolectar agua para los meses de sequía. En el jardín y en interiores son usadas en la decoración, debido a que por sus características son muy resistentes a los climas extremos y pueden sobrevivir varios días sin agua, aunque esto varía según la planta.
Algunas opciones son la suculenta conchita y el cactus, sin embargo, la variedad de tamaños y formas es muy amplia.
Abono y fertilizantes
Otro de los pasos indispensables si te preguntas cómo cuidar un jardín, es la aplicación de abonos y fertilizantes. Estos compuestos tienen por propósito hacer que el suelo sea más fértil, mejorar la capacidad de retención de agua y proveer de nutrientes a las flores y plantas, para que continúen creciendo y estén saludables.
En sí, son sustancias conformadas por residuos minerales, vegetales o de origen animal, que se encargan de enriquecer la tierra y potenciar sus características físicas, químicas y biológicas. En el caso particular de los fertilizantes, estos pueden estar formulados tanto con componentes orgánicos como artificiales, mientras que los abonos están hechos de manera natural.
Dentro de los principales minerales que deben contener están el nitrógeno (N), el fósforo (P) y el potasio (K), mientras que entre los componentes secundarios pueden estar el Zinc (Zn), el Cobre (Cu), el Hierro (Fe) y el Manganeso (Mg). En cuanto a las cantidades, estas varían según el tipo de planta, flor o arbusto que se vaya a tratar.
Ahora bien, la textura del abono casi siempre es pastosa, lo que hace que esta sustancia sea más concentrada y se aplique justo cuando se está preparando la tierra. Esto es cuando nos vamos a dedicar a sembrar, plantar o trasplantar según nuestras actividades de jardinería.
Los fertilizantes, por el contrario, los hay en versión granular, en pastillas, bastones o líquida. Los primeros se disuelven poco a poco en la tierra, por lo que entregan un poder de acción a largo plazo. Lo recomendable es usarlos cada cierta cantidad de meses para que estén liberando nutrientes constantemente y se mantengan fuertes los cultivos y plantas. Mientras que los fertilizantes líquidos se recomiendan para ciclos específicos de crecimiento.
Por lo demás, al momento de pensar cómo cuidar un jardín, hay que prestar atención al tipo de suelo y las deficiencias que presenta. Cabe aclarar que los abonos nunca alterarán las condiciones del suelo (negativamente), mientras que los fertilizantes sí podrían cambiar su pH si se aplican en cantidades desproporcionadas.
Riego dependiendo de las necesidades del jardín
Cuando te preguntas cómo cuidar las flores del jardín, los hábitos de riego son muy importantes para el mantenimiento de jardines. En principio, se necesita conocer las necesidades de nuestras plantas, pues cada una tiene requerimientos diferentes. Por ejemplo, algunas pueden ser regadas cada 3 o 4 días, otras 1 vez por semana y así de acuerdo con las necesidades de cada especie. Sin embargo, hay algunos consejos generales que ayudan a mantener nuestro jardín bien hidratado:
- El agua debe verterse directo en la tierra, así llegará más rápido a las raíces y se logrará un nivel de humedad uniforme. Agregar agua directo en las hojas las vuelve más susceptibles a hongos, putrefacción y a la aparición de manchas, a causa del frío y el sol.
- Para favorecer el crecimiento de la planta, el riego debe aplicarse cuando la tierra está seca o casi seca. En el caso de las hierbas aromáticas, estas sobreviven con poca agua, mientras que los cultivos requieren un riego constante abundante y dosificado.
- Es recomendable que el riego se realice por la mañana (muy temprano) o por la noche, ya que el aire y la tierra están a una temperatura templada. Esto hace que el agua no se evapore tan rápido y que las plantas puedan absorber la mayor cantidad de humedad.
- En las fases de floración y fructificación, las plantas necesitan más agua para estimular su desarrollo. Lo mismo ocurre en las temporadas del año más cálidas, ya que hay una mayor evaporación en el suelo.
Si no contamos con el tiempo suficiente para regar nuestras plantas y flores, entre las opciones sobre cómo mantener un jardín bonito está el uso de un sistema de riego automático por goteo o por aspersión. Estos facilitan la distribución equitativa del agua.
Ahora que, si el espacio no nos lo permite, otra alternativa son las pistolas de riego. Estas sí deben ser usadas manualmente, pero su diseño ayuda a dosificar la intensidad y la cantidad del agua que fluye. También es útil usar una manguera y colocar un grifo bifurcado, ya que permite abarcar mayor espacio cuando también necesitamos regar pasto.
Poda y limpieza del jardín
En la búsqueda de cómo mantener un jardín en buen estado, su limpieza también es importante para que las plantas puedan respirar bien y recibir la suficiente cantidad de sol. El polvo o la misma contaminación pueden obstruir a las hojas, afectando su capacidad de recibir CO₂ y expulsar oxígeno.
Por tanto, también se comparten algunos consejos básicos para la limpieza y mantenimiento de jardines:
Cortar la maleza
Las plantas que crecen entrecruzadas o enredadas generan gran espesura en nuestro jardín, promueven la aparición de plagas y hongos, y compiten por nutrientes con el resto de las especies. Por tanto, hay que dedicar tiempo a retirarla con ayuda de un rastrillo o del bieldo jardinero. Es aconsejable hacer lo mismo con las hojas y flores caídas.
Eliminar la mala hierba
Estas plantas crecen en lugares donde no deberían, por ejemplo, entre los cultivos, provocando que disminuyan su rendimiento. Generalmente se pueden erradicar con la ayuda de herbicidas, su aplicación debe hacerse con mucho cuidado, solo en el área que deseamos y siguiendo en forma precisa las instrucciones de uso.
Podar los arbustos, árboles y flores
La poda de brotes y ramas secas, enfermas o dañadas no es una tarea menor, al contrario, le da fuerza a las plantas, estimula el crecimiento, ayuda a una distribución equilibrada de las ramas, las despeja para que el sol penetre bien en las zonas interiores, y mejora la estética de nuestro jardín.
Para facilitar la poda y obtener resultados eficientes, las recomendaciones siguientes serán de gran ayuda:
- Podar cuando las plantas están en su receso vegetativo. Puede darse en el invierno o el verano, según la especie.
- Usar tijeras de poda y específicas para ramas, cultivos o arbustos.
- Realizar movimientos precisos de abajo hacia arriba sin ocasionar desgarres en los tejidos.
- Las ramas gruesas hay que cortarlas en dos pasos, para que no haya desgarres. Después, debemos perfilar y limpiar el área de corte para que cicatrice más rápido.
- Si es mucho lo que se debe cortar, la recomendación es ir retirando poco a poco pequeñas ramas y bifurcaciones, hasta conseguir el resultado deseado.
Sacudir el polvo
Si nuestras plantas están en zonas cerradas o que acumulan mucho polvo, en la medida de lo posible hay que limpiar sus hojas con mucho cuidado y con el apoyo de un trapo húmedo.
Erradicar las plagas
Finalmente, para el mantenimiento de jardines resaltamos las medidas de cómo cuidar un jardín, la prevención y eliminación de plagas es fundamental. Como ya se mencionó, quitar plantas muertas o infectadas es la forma más eficaz de evitarlas, pero también la plantación de hierbas aromáticas, como el tomillo, la lavanda o la manzanilla puede repelerlas.
Si necesitamos combatirlas, entonces el uso de plaguicidas ecológicos será una muy buena alternativa a considerar. Hay productos que ayudan a eliminar una amplia variedad de insectos y plagas sin dañar las plantas y sin generar manchas ni olor. Para detectarlas, hay que revisar si las hojas están trozadas o cortadas, si han adquirido una coloración extraña, si hay telarañas o polvo blanco en las hojas, y, por supuesto, si hay animales extraños entre las plantas.
Consejos y recomendaciones para los huertos
Si bien, el cuidado de las plantas y los cultivos es similar, los huertos en nuestro jardín requieren otras especificaciones, especialmente si apenas vamos a construir uno. Entre las consideraciones que debemos tener están las siguientes:
- Buscar un espacio con suficiente exposición de luz solar. Al menos 5 o 6 horas al día.
- Al inicio, plantar o sembrar una variedad menor de plantas comestibles y preferir aquellas que requieren menos cuidados.
- Es preferible plantar en tierra, pero de no ser posible, usar cajas de madera o recipientes de plástico que contengan filtro en la base para drenar.
- Hay que dejar un poco suelta la tierra para que entre bien el agua y el oxígeno.
- Cosechar el huerto regularmente para potenciar los nuevos brotes y así se desarrolle mejor.
- Insectos como las catarinas y las abejas ahuyentan otros animales y aumentan la calidad de la producción. ¡No hay que deshacernos de ellas!
- Se recomienda rotar los cultivos según la temporada, para que los nutrientes del suelo se aprovechen.
- Regar abundantemente en verano para estimular la germinación y desarrollo de los cultivos.
Ideas para jardines decorativas
Una vez que sabemos cómo realizar el mantenimiento de jardines, solo queda poner a volar nuestra imaginación y crear espacios naturales y únicos. Estas son algunas ideas decorativas que dejarán sorprendidos a las visitas.
Mezclar niveles y colores
Si nos gustan las decoraciones atrevidas y queremos romper con la uniformidad, una buena idea es usar macetas de diferentes tamaños y diseños, y delimitar zonas con líneas curvas o rectas, apoyándonos de piedras decorativas. Una buena combinación es plantar arbustos pequeños y algunas flores que sobresalgan por detrás, como unas dalias o los anthurium, para empezar a crear dimensión. Y para trepar las paredes, podemos agregar una hiedra o una planta monedita.
Diseño minimalista
Para optimizar mejor el espacio, en caso de tener jardines pequeños, entonces una decoración minimalista será la mejor alternativa. Y para lograrlo solo necesitamos inclinarnos por jardineras o macetas con diseños geométricos. Las hay de cerámica y de barro, en acabado de granito o cemento, lo que le dará una apariencia más sobria y elegante al ambiente. Después, hay que ubicarlas a las orillas del jardín o patio, dejando el centro libre.
Jardines verticales
Entre las ideas para jardines, los diseños verticales son una apuesta por lo salvaje y el estilo rural. Podemos ocupar un muro al interior o al exterior de la casa, siendo también una gran alternativa para ahorrar espacio. Una forma fácil de crearlo es sobreponiendo macetas, totalmente pegadas a la pared, hasta alcanzar la altura deseada.
De lo contrario, podemos jugar con pata de elefante y la palma areka, que ayuda a darle dimensión a la decoración. También podemos aprovechar árboles como un bonsai o un cedro.
Ahora que sabemos cómo cuidar las flores del jardín, así como las plantas y los cultivos, es buen momento para iniciar nuestro propio espacio natural en casa. En Home Depot encontrarás todos los productos de jardinería necesarios para volver este sueño realidad.