Las plantas anuales son especies ornamentales con un solo periodo de vegetación. Durante la primavera-otoño germinan, crecen, florecen, dan frutos, alcanzan su madurez y finalizan su ciclo secándose. Mientras que las plantas perennes tienen varios periodos de vegetación, pues sobreviven al invierno y florecen nuevamente en primavera. Toma nota y llena de flores tu jardín.
¿Qué necesitas?
- Pala
- Rastrillo de tierra
- Desplantador
- Manguera o regadera portátil
- Composta
- Otros fertilizantes para tierra
- Paja
Paso 1
El éxito con las flores comienza al escoger bien las plantas. Busca unas no muy altas, con pocas flores y hojas saludables, sin enfermedades. Evita las plantas larguiruchas, descoloridas o marchitas.
Paso 2
Saca la planta de su maceta tratando de conservar la mayor parte de la raíz posible. Si las raíces están entrelazadas, puedes cortarlas con un cuchillo o separarlas con tu mano. Esto ayudará a que se esparzan en la tierra a su alrededor.
Paso 3
Aunque las flores estén muy bonitas, es mejor quitarlas. En este momento la planta necesita dedicar su energía a desarrollar un buen sistema de raíces, no en florecer. Al quitar las flores promueves la salud de la planta y después florecerá mejor.
Paso 4
Prepara la superficie con una pala y añade por lo menos 1 pulgada de materia orgánica. Cada año agrega composta, turba de musgo sphagnum, abono de estiércol en descomposición u otra materia orgánica para mantener la tierra en buenas condiciones o mejorarla, o cada año cubre la superficie plantada con una capa de 2 pulgadas de composta.
La tierra deberá aflojarse hasta una profundidad de (por lo menos) 12 pulgadas en el caso de flores anuales y 18 en el caso de flores perennes. Afloja la tierra con un rastrillo. Cuando la superficie esté lista, planta las flores hasta el mismo nivel de tierra que tenían en las macetas.
Paso 5
Cubre la superficie con 1 o hasta 3 pulgadas de trozos de madera vieja (los trozos nuevos impiden el crecimiento), cortezas, recortes de césped, agujas de pino o cualquier otro tipo de paja orgánica.
La grava o las piedras tienden a crear un clima demasiado caliente y seco para la mayoría de las anuales y perennes. La paja evita la maleza, conserva la humedad y previene muchas enfermedades que se transmiten en la tierra.