En los últimos años, el enorme desarrollo en las ciudades también ha significado un enorme problema para nuestro ecosistema. Entre las consecuencias más palpables se encuentra ver más limitado los espacios verdes, lugares absolutamente necesarios para el desarrollo sostenible de la población.
Ante esta problemática, existe la necesidad de generar ecosistemas urbanos que contribuyan a tener un planeta en armonía con sus recursos.
¿Has oído de los jardines verticales? Las mismas son estructuras especiales que simulan un jardín, con la característica particular de encontrarse orientados en sentido vertical. Este concepto, propuesto originalmente por el botánico francés Patrick Blanc, representa una de las soluciones más inteligentes para optimizar el espacio de las ciudades en este siglo XXI.
Este tipo de jardín no es una invención humana, ya que en la naturaleza las plantas son completamente capaces de crecer de esta manera en los acantilados. Es por esta razón que la construcción de este tipo de jardines pretende imitar esta capacidad natural de las plantas. Sin embargo, para que obtengamos un resultado exitoso con nuestro jardín es necesario contar con ciertas nociones para que el mismo perdure en el tiempo y nos permita disfrutar de sus diferentes beneficios.
Algunos ejemplos de jardines verticales sencillos
Existe una gran diversidad de jardines verticales que varían de acuerdo con el gusto de cada persona. Algunos factores a tener en cuenta son los diferentes materiales para la estructura (plástico, fieltro, madera), las especies de plantas que queremos sembrar y el sustrato que usemos para esta siembra (tierra, musgo, mixto, hidropónico.
Algunos tipos de jardines verticales son:
1. En muros o cercas: se ha convertido en una de las opciones más populares a la hora de crear un jardín vertical. Podemos crearlo a partir del uso de enredaderas y otras plantas trepadoras.
2. Cornisas de ventanas y balcones: resulta ideal si vivimos en un departamento, pudiendo cultivar flores y plantas como si tuviéramos un verdadero jardín al aire libre. Además, requieren de un bajo mantenimiento, por lo que ahorramos tiempo y dinero. Es ideal para la siembra de flores como las petunias o las verdolagas.
3. Paredes interiores y exteriores del hogar: se pueden utilizar separadores como un organizador de zapatos para plantas como los helechos y causar esa impresión visual de una pared verde. Esta resulta una opción bastante económica a la hora de decidir construir nuestro propio jardín vertical.
4. Estructuras metálicas o palets de madera: estas estructuras resultan ser bastante óptimas a la hora de construir nuestro jardín vertical. Son recomendables para este tipo de jardín aquellas plantas de raíces poco profundas.
¿Por qué tener un jardín vertical?
Son muchas las razones para tener un jardín vertical; razones que van desde los beneficios para el medio ambiente hasta ayudar a nuestra propia salud, o el de ser un interesante elemento decorativo.
Ahorran tiempo, dinero y agua
Este tipo de jardín tiene un bajo consumo de agua, gracias a la posibilidad de utilizar un circuito cerrado que controla el riego. Además, al colgar las plantas de manera vertical en los muros nos permite aprovechar de mejor manera cada uno de nuestros espacios.
Este tipo de estructura tiene la ventaja de que requiere un bajo mantenimiento, ya que no es necesario eliminar las malas hierbas. Por otra parte, un jardín vertical puede ayudar a reducir la temperatura interior de una propiedad en verano y, a su vez, logra mantener una temperatura óptima a lo largo del invierno.
Mejora la calidad del ambiente
Este pequeño ecosistema reduce el efecto de isla de calor en los grandes núcleos urbanos. También disminuye el riesgo de inundaciones, ya que retiene buena parte del agua de lluvia.
Le da valor a la propiedad
Estas estructuras repelen la proliferación de insectos y bacterias, puesto que este sistema actúa como un repelente biológico natural.
Pero, tan importante como lo anterior, un jardín vertical revaloriza la propiedad, al producir una mejora estética. Gracias a estos jardines, se logra crear una integración arquitectónica y mejora paisajística del lugar.
Este jardín puede funcionar para tapar las paredes o los muros que se encuentren dañados, o con terminados poco estéticos. También puede crear una separación de las áreas con vegetación, así como también aportar privacidad bloqueando la vista entre dos casas.
Beneficios para la salud
Un metro cuadrado de pared verde podría llegar a producir el oxígeno que necesita una persona durante un año. Además, tiene la capacidad de ayudar en el proceso de atrapar polvo.
Tener vegetación en el lugar de trabajo mejora la concentración y reduce algunos malestares físicos. Una capa vegetal sirve también como aislante, reduciendo los niveles de contaminación acústica.
Estas son las herramientas necesarias para crear jardín vertical
Una vez conocidos los beneficios de los jardines y los diferentes motivos que podemos utilizar para crearlos, queda de nuestra parte empezar la construcción de nuestro propio jardín vertical.
Debemos elegir un espacio apropiado. Es importante que seleccionemos un espacio donde abunde la luz y el aire y, a su vez, donde podamos adaptar un sistema de riego acorde al diseño del jardín. Los lugares más recomendados para ubicar nuestro jardín vertical son en una ventana, un balcón o algún otro espacio de buena ventilación e iluminación.
Es posible adquirir bombillos especiales en aquellos casos en los que el jardín ocupe un espacio interno, pero siempre debemos recordar que será mejor la luz del sol. En caso de querer sembrar hortalizas o algún fruto comestible en el jardín, la luz solar, una buena hidratación y un buen espacio son vitales para su buen desarrollo.
Antes de iniciar el proyecto es importante que nos preguntemos ¿Qué tan dispuestos estamos a cuidar el jardín? Además, es importante decidir el tipo de sistema de riego que queremos utilizar. Mientras mayor sea la complejidad del jardín, mayor será el costo y el tiempo que debemos invertir.
En cuanto a los sistemas de riego, toca decidir la estructura del mismo, pudiendo estar conectado simplemente al grifo o que este se realice a través de un sistema de goteo o bombeo. Hay que considerar que el sistema de bombeo es para jardines más grandes y complejos que requieren mayor mantenimiento, pudiendo ser una buena opción a largo plazo.
En el caso de que deseemos construir un jardín pequeño, en el cual podamos incluir entre seis y treinta plantas, lo ideal sería implementar un sistema de riego autónomo, es decir, aquel en el que uno mismo riega. Este sistema es una excelente manera de ahorrar dinero.
La tierra y los abonos orgánicos son la mejor opción a la hora de decidir sobre qué base construir nuestro jardín, teniendo en cuenta que son métodos naturales. Existen además diferentes tipos de sustratos hidropónicos que tienen un mayor costo debido a que consumen mayor cantidad de agua y requieren de un sistema de riego más avanzado.
Con respecto a los materiales a elegir, podemos elaborar nuestro jardín con diferentes materiales, como el fieltro, plástico, materiales reciclados y muchos más. Su elección va a depender siempre del tipo de plantas que vamos a sembrar. Es recomendable optar por materiales duraderos como es el caso del fieltro y las macetas.
Finalmente, es importante contar con el equipo adecuado para el mantenimiento de nuestro jardín vertical, nuestra propia palita, tierra, maceta, fertilizante y una regadera.