Todo lo que debes saber para el cuidado del jardín
Pocos tienen la oportunidad de contar con un jardín en el hogar, por lo que, si somos de esos afortunados, hay que aprovecharlo al máximo. Son una fuente inagotable de belleza que podemos explotar dándole el tiempo y cuidado del jardín necesario, además, nos brindan muchos beneficios, como estar en conexión con la naturaleza y tener un espacio para convivir al aire libre. Es por ello por lo que, a continuación, te mostraremos cómo cuidar tu jardín de manera fácil y sin muchos gastos, para que lo conserves sano.
Consejos de jardinería para cuidar tus plantas
Elige la tierra correcta
La tierra es la fuente de vida de nuestro jardín, a través de ella las plantas extraen los nutrientes y el agua que necesitan para crecer y mantenerse fuertes. Por ello, debemos elegir la más adecuada, según el tipo de planta a tratar. En el mercado existen dos tipos de tierra, tierra negra y tierra preparada, donde la primera es utilizada principalmente para el césped, los árboles y arbustos, y la segunda para flores o plantas en maceta.
Ambas están hechas de materia orgánica, ya que ayuda a dotarlas de nutrientes y darles una textura óptima para la retención o drenaje de líquidos, según sea el caso. Una vez al año hay que arropar a ras todo el pasto con la tierra negra para que esté lo absorba y siga creciendo verde y frondoso; mientras que hay que usar la tierra preparada al menos cada dos años, cuando transferimos las plantas de un recipiente a otro.
Riego
Para llevar a cabo un adecuado procedimiento de riego, es importante tomar en cuenta las especificaciones de cada flor y planta para que no se dañen, además, hay que elegir el método adecuado de dispersión, según el tamaño del jardín y la frecuencia de riego. Entre las opciones están la pistola de riego para plantas, la manguera y el aspersor de riego para pasto. En relación con el césped, debe regarse diariamente por la mañana o por la noche, evitando aquellas horas donde hay mayor sol, pues hará que el agua se evapore más rápido.
Ahora bien, para garantizar que nuestras plantas se mojen correctamente, uno de los cuidados del jardín adecuados es que el riego se haga directo sobre la tierra, de esta manera, llegará más rápido hacia las raíces. Asimismo, es importante no regar de más, únicamente humedecerla, para que no se pudran por el exceso de agua. Si no queremos abusar del riego, contar con un aspersor programado nos ayudará a esparcir el agua cada cierto tiempo, permitiendo que esta penetre poco a poco por el suelo.
Semillas
Si apenas estamos diseñando nuestro jardín, debemos considerar que hay 3 tipos de semillas: semillas para pasto, semillas para hortalizas y semillas con flor, por lo que el proceso de cultivo también variará para cada una. En el caso del césped, es importante repartir las semillas de la forma más regular posible para tener un pasto uniforme. Después, hay que enterrarlas a una profundidad de medio centímetro y tapar ligeramente. A partir de ahí el riego debe ser constante, asegurando que la tierra se encuentre debidamente humedecida hasta que comiencen a aparecer las hojas.
Por otro lado, si queremos plantar hortalizas o flores será necesario seguir las indicaciones para cada cultivo, aunque a manera general solo debemos realizar estos sencillos pasos: elegir una maceta o recipiente, poner una capa de tierra y fertilizante, regar un poco, agregar la semilla y, posteriormente, volver a cubrir con fertilizante. Para finalizar rociamos nuevamente agua de forma superficial. También hay que regar constantemente para que se mantengan húmedas.
En caso de plantar las flores directo en la tierra, hay que distribuir las semillas, al menos 30 cm entre sí, para que no compitan por nutrientes, así como elegir correctamente el lugar, con base en sus requerimientos de sol y sombra.
Cambio de maceta
Como ya se mencionó, las plantas de maceta deben cambiarse cada 2 años para que pueda seguir creciendo adecuadamente. Si las raíces se quedan compactadas, es posible que la planta permanezca pequeña, le nazcan pocas flores y sus hojas sean de menor tamaño; además, la tierra o sustrato pierde su estructura inicial, volviéndose de menor calidad.
Para verificar si es momento de cambiar la planta, hay que intentar removerla de la maceta: si está muy rígida es momento de hacerlo, mientras que si se mueve fácilmente, todavía puede durar más tiempo. Se recomienda hacer esta prueba cada 2 o 3 meses, una vez que se hayan cumplido los dos años del último cambio.
Para realizar esta tarea, se necesitará tierra preparada, una cuchara, una regadera, guantes, y seguir los siguientes pasos:
- Aflojamos la tierra, picando 10 cm alrededor de la planta.
- Sostenemos la raíz junto con la tierra y la pasamos lentamente hacia la nueva maceta.
- Cubrimos el espacio restante con la tierra preparada.
- Regamos durante unos segundos.
- Se recomienda airear la tierra cada 1 o 2 meses, picándola alrededor.
También hay que agregar fertilizantes para mejorar las condiciones de la tierra y dotarla de nutrientes. Los fertilizantes granulados se usan cada 3 meses o cambio de temporada, y son específicos para plantas o pasto; mientras que los solubles se utilizan cada 15 días y son especiales para flores.
Recorte del pasto
Dependiendo de la época del año, el pasto deberá recortarse con mayor o menor frecuencia como parte importante del cuidado del jardín. Aunque en temporada de lluvia se sugiere hacerlo una vez a la semana porque crece más rápido. En cuanto a su primera poda, esta deberá hacerse un mes después de que haya comenzado a germinar, considerando que las semillas empiezan a nacer entre los 7 y 8 días después de haber sido plantadas.
Para la época de primavera y otoño, será suficiente hacerlo 2 o 3 veces al mes, mientras que en invierno mientras menos veces sea, mejor, pues así las raíces no quedan expuestas las bajas temperaturas. Una vez que termine la temporada de frío hay que recortar lo más posible, para evitar la aparición de hongos por la humedad.
Si queremos hacer esto por nuestra cuenta, será necesario contar con una escoba para jardín y unas tijeras para podar o una podadora de gasolina; la elección dependerá del tamaño del jardín
Control de plagas
Dentro del cuidado del jardín, el control de plagas es indispensable para que no muera. Una de las más comunes es la plaga gallina ciega, la cual se distingue por dejar manchas amarillas. Para eliminarla, hay que remover el área dañada con el bieldo, haciéndolo llegar hasta 15 cm bajo tierra, pues es ahí donde se encuentran la infección. Posteriormente, hay que aplicar un plaguicida, a manera de boleo, con apoyo de unos guantes, regar abundantemente durante la mañana o la tarde-noche, y volver a rociar el plaguicida.
La cantidad adecuada es lo que nos quepa en la palma de la mano. Deberíamos comenzar a ver los cambios a partir de una semana, aunque, si esto no es así después de 15 días, habrá que repetir todo el proceso.
Fertilizar
Si estamos plantando flores por primera vez, siempre hay que fertilizar con la versión soluble. Solo tenemos que disolver el polvo (un sobre) en un galón de agua y luego verter un poco en una botella con atomizador para facilitar la aplicación. En caso de que ya estén en macetas, usaremos el fertilizante granulado y la cantidad de fertilizante dependerá del tamaño de la planta.
Para realizar este proceso correctamente, solo es necesario esparcir el producto alrededor del tallo y, posteriormente, regar. Generalmente, los resultados se ven entre los 15 y 30 días, pues el fertilizante en esta presentación tarda más en llegar a la raíz. Por otro lado, si queremos fertilizar el pasto, tendremos que usar 1 kg por cada 20 m², y será suficiente con espolvorear el producto con las manos.
En cuanto a los beneficios de esta tarea están que mejora el color, el olor y el tamaño de la flor, así como el desarrollo del pasto, y evita que las flores se caigan prematuramente.
¡Ahora que sabes cómo cuidar tu jardín, no lo pienses más y empieza a revivir cada rincón!