La temporada de lluvias tiene muchos beneficios para el medio ambiente: regula la temperatura, limpia el aire, recupera los ecosistemas y permite reciclar agua para actividades domésticas, como el aseo y el cuidado de los jardines. Sin embargo, también genera algunos problemas estructurales en las viviendas si no han recibido el mantenimiento correspondiente.
La humedad hace que los revestimientos interiores y exteriores se deterioren y los muros de carga pierdan solidez, habiendo un alto riesgo en la seguridad. Por ello, es fundamental estar al tanto de cuándo empieza la temporada de lluvias si queremos estar prevenidos. Con el propósito de garantizar el cuidado de los hogares, en esta ocasión se comparten algunos consejos para su mantenimiento durante la época de lluvias, y evitar gastos económicos mayores a futuro.
¿Cómo dar mantenimiento a la vivienda en temporada de lluvias?
En México, la temporada de lluvias varía dependiendo de cada estado, sin embargo en algunos comienza alrededor de mayo y termina en durante noviembre, sin embargo, es entre junio y septiembre cuando en ocasiones se dan las precipitaciones más fuertes. Tomando esto en cuenta, es importante estar prevenidos para hacer cualquier reparación importante que ayude a evitar problemas en el futuro, como por ejemplo, aplicar el mejor impermeabilizante de acuerdo a las necesidades que pueda tener nuestro hogar.
1. Verificar el estado de la estructura
El primer paso para evitar filtraciones es reparar techos y muros. Hay que revisar que no haya agujeros, grietas o fisuras en las superficies, especialmente en vigas, pilares y muros, ya que son las estructuras que sostienen el peso de toda la casa. También es importante cambiar o reparar las tejas dañadas, para evitar que se desprendan con el aire y causen accidentes, así como revisar el estado de las tuberías.
Si las lluvias son intensas, las tuberías tienden a romperse, dañarse u obstruirse si no han sido atendidas con anterioridad, lo cual puede dar como resultado fugas incontrolables. Es por eso que, de igual modo, deben hacerse reparaciones con selladores o haciendo cambio de piezas.
2. Limpiar los patios y jardines
Otra consecuencia recurrente de las lluvias son las inundaciones. Sin embargo, esto se puede evitar haciendo una rigurosa limpieza de los exteriores. Es necesario barrer y limpiar las zonas donde se acumula mayor cantidad de hojas, basura y agua, para evitar que se creen lagunas o charcos, y estos corran hacia las coladeras, canaletas y desagües.
Esta tarea debe realizarse diariamente, dado que los climas intensos suelen desprender y arrastrar gran cantidad de residuos, así que debemos asegurarnos de contar con escobas de jardín, botes de basura para reciclaje y artículos para eliminar el polvo, que nos permitan agilizar el aseo.
3. Podar los árboles y arbustos cercanos
Una forma de disminuir la caída de hojas y ramas es podar regularmente nuestros jardines, o los árboles y arbustos cercanos. Los fuertes vientos pueden causar desprendimientos e incluso derribarlos, generando daños importantes.
En este proceso, es necesario acercarnos a profesionales de jardinería y, en el caso de los árboles que se encuentren en la calle, hay que acudir a las autoridades para que ellos se encarguen de ejecutar esta tarea. Incluso, habría que mencionar la posibilidad de retirar algún árbol o darle soporte si hay un alto riesgo de que caiga tras una tormenta.
4. Cuidar la instalación eléctrica
Si un cable roto o desgastado entra en contacto con el agua, hay altas probabilidades de que se produzca un corto circuito. Por ello, es importante revisar muy bien la instalación eléctrica al exterior, y los enchufes y apagadores al interior de la vivienda. De ser posible, habrá que comprar un no break; este aparato proporciona energía a los equipos cuando no hay corriente eléctrica, lo que nos da unos minutos para desconectar apropiadamente nuestros equipos y electrodomésticos, evitando que las descargas de luz dañen los equipos.
5. Prevé accidentes en escaleras exteriores
La lluvia vuelve resbaladizas las escaleras y pasillos del patio y la entrada, por tanto, también es necesario tomar algunas medidas para darle seguridad a la familia. Una solución es pegar cinta antiderrapante en esos lugares, ya que brindarán mayor estabilidad en cada pisada. Además, la ventaja es que hay productos transparentes o en colores, por lo que combinarán perfecto con la imagen de nuestra casa. Y para complementar se recomienda usar un tapete antideslizante en la puerta de entrada.
6. Impermeabilizar azoteas y muros exteriores
Finalmente, debemos asegurarnos de que nuestros techos y muros tengan la adecuada protección para evitar las filtraciones. Y esto se logra usando impermeabilizantes de alta calidad. Estos productos son sustancias que retienen el agua, gracias a que rellenan o reducen la porosidad de los materiales, y mantienen aislada la humedad.
Para garantizar su efectividad, debemos aplicarlos en días soleados, ya que, de lo contrario, no se terminará de secar y la lluvia echará a perder el proceso. Además, hay que elegir el impermeabilizante adecuado, según las necesidades de cada hogar.
- Acrílicos: está hecho a base de agua y se distingue por ser bastante elástico, durable y resistente a la tensión, lo que previene la aparición de fisuras o resquebrajamiento. Están disponibles en colores como terracota y blanco. Este último funciona como aislante de calor, gracias a que rebota los rayos UV.
- Asfáltico: funcionan en cualquier superficie a la intemperie que esté en contacto continuo con agua. Están hechos a base de agua o de solvente, y pueden durar hasta 10 años. Incluso, algunos son específicos para reparar fisuras, grietas, ranuras y juntas que estén ocasionando goteras, sin importar si es concreto, lámina u otro material.
- Poliuretanos: son muy resistentes al estar hechos de derivados de petróleo. Pueden usarse en zonas planas, como zona peatonal o vehicular (garaje, jardín, etc.), o directo en los techos; su durabilidad también es bastante alta.
- Cementosos: como su nombre lo dice, funcionan bien en mampostería o cemento, dado que contienen propiedades adhesivas similares a este material. Es muy utilizado en muros, ya que no solo detiene la humedad, sino que no se agrieta y es fácil de pintar.
Si bien, todos serán funcionales para distintas zonas de la casa, uno de los impermeabilizantes más utilizados para las azoteas es el acrílico. Esto porque tienden a ser más fáciles de aplicar y ofrecen alta resistencia a las inclemencias del tiempo sin aumentar mucho su precio. Además, según nuestras necesidades y las características de las superficies de nuestro hogar, podemos encontrar hechos a base de agua, fibratados o elastoméricos.
A diferencia del impermeabilizante a base de agua, los otros dos tienen una duración de 3 a 5 años, y de 5 a 7 años respectivamente, y dependiendo de sus características, no es necesario usar mallas de protección al aplicarlo
Finalmente, cabe destacar que los impermeabilizantes hacen que los cimientos estén más fuertes, que haya un mayor control sobre hongos y moho, que no haya problemas de salitre, agrietamiento ni encharcamiento, y que, incluso, dependiendo del tipo de impermeabilizante que usemos haya una mejor regulación de la temperatura al interior del hogar.
Cuando empieza la temporada de lluvias no queda más que proteger nuestro hogar de la humedad. Por eso es fundamental asegurarnos de que todo se encuentra en perfectas condiciones y aplicar el mejor impermeabilizante según sus características, para evitar que la estructura se vea afectada o debilite.