Es una planta ornamental de ramificación muy densa desde la base. Podándolo, puedes darle la forma que más te apetezca, ya sea dando forma a la copa y vaciando un poco la zona inferior para que mantenga su aspecto de árbol, o bien dejando las ramas que se encuentran en la base y podar la parte superior para que adquiera la forma de un arbusto.
Protégelo siempre contra las enfermedades más comunes como la necrosis en las hojas o los hongos, así como de las plagas de pulgones.
En épocas hibernales es necesario que hagas como mínimo una poda de limpieza. Esto impulsará el desarrollo de la siguiente floración con mayor regularidad y con un perfil más estilizado en la planta.
Resiste el calor, el viento, además de la cal y la sal del suelo. Es resistente a la sequía.
Que no se encharque el cultivo.
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