Dicen que en la vida debes plantar un árbol. Una opción podría ser la palma Washingtonia robusta que por su estabilidad, podría ser tu compañera por años; no requiere de muchos cuidados, aunque debes considerar que puede crecer hasta los 35 metros. Su perpetuación hace que sea una excelente planta para tu jardín.
Si lo que buscas es una planta que ornamente con su tamaño, robustez y forma, seguro lo encontrarás en la palma Washingtonia. Es una planta perenne, es decir, que sus hojas siempre conservan el color verde, es de fácil mantenimiento y sus raíces no presentan crecimiento secundario, por lo que puedes cultivarla en una maceta y después trasplantarla a suelo firme.
La Washingtonia robusta es endémica del desierto de Sonora, México. Es una palmera hermafrodita de la familia de las Arecaceae. Algunas de sus características importantes se encuentran en su tronco que es robusto (por eso lo de su nombre) y esbelto, mide cerca de 40 cm, la parte más gruesa está en su base. Sus hojas son costapalmadas, es decir, asemejan abanicos, son de color verde brillante, miden de 0,50 a 1 m de diámetro, terminan en punta y tienen hilos blancos y largos que embellecerán a tu jardín, sus bordes son espinosos.
Ventajas de cultivar una Washingtonia
Esta planta se puede sembrar prácticamente en cualquier terreno, porque se adapta fácilmente a todo tipo de suelos, se puede desarrollar en suelos no muy fértiles, aunque el mejor es la tierra arcillosa. Además, en invierno resiste heladas de hasta -8°C por ser una palmera de clima mediterráneo. Además se adapta a climas tropicales y tolera más una sequía que el exceso de agua.
Se recomienda que para cultivar una Washingtonia se trasplante a suelo firme durante los meses de primavera y verano, ¿qué tal durante esta primavera? Se sugiere de esta forma porque necesita que sus raíces tengan una buena temperatura. Al momento de hacerlo, quizá pierda las hojas amarillas y muertas, manteniendo su ápice verde, eso le ayudará a no gastar energías durante su crecimiento.
Una vez plantada mantén la tierra húmeda para evitar la pérdida de agua y beneficiar la regeneración de raíces adventicias. Una vez que esté creciendo, riega diariamente por lo menos durante dos meses, después dos veces a la semana durante seis meses. Al terminar este periodo se recomienda regar una vez a la semana o cada quince días.
Por último se recomienda fertilizarla después de sus seis meses. Utiliza un abono que contenga 15% de nitrógeno, 5% de fósforo y 10% de potasio, como el que puedes adquirir en The Home Depot, donde además de hallar la Washingtonia para tu jardín, encontrarás las herramientas para plantarla, trasplantarla y cuidarla.