Seguro has visto cambios en tu jardín, porque el verano trae lluvias y calores intensos, esto hace que tu jardín se pinte de verde, tus flores presuman sus colores y la tierra sea fértil. Por eso es un buen momento para sembrar, para trasplantar o para renovar, tareas que este mes puedes llevar a cabo con facilidad en tu jardín.
Todas las mañanas tus plantas están radiantes, y para que sigan así hay que protegerlas de las malas hierbas, enfermedades y plagas. Aunque no lo parezca los vientos pueden traerlas y siempre es mejor, como dice el dicho “más vale prevenir que curar”. Durante este mes una de las tareas más importantes es vigilar la irrupción de plagas y conservar el resplandor de tu jardín.
El jardín y sus necesidades
Lo primero que debes hacer es cortar la mala hierba, así ésta no privará de minerales o agua a tu cultivo. Es muy fácil hacerlo, puedes cortarla con una podadora manual o de gasolina, y para aquellos rincones en los que no cabe ninguna de las dos, te recomendamos usar unas tijeras. Las malas hierbas impiden el crecimiento y desarrollo completo de tu cultivo. Después de cortarlas no olvides barrerlas, existen diversas herramientas que te ayudarán a la tarea.
Para estas fechas es muy importante que nutras la tierra con una composta o abono que le aporte los minerales necesarios. Los sustratos químicos también funcionan. Si llueve mucho te recomendamos usar uno que permita al agua filtrarse, así evitarás encharcamientos, algo que los insectos aprovechan.
El fertilizante también puede ayudar a que tu jardín no sea atacado por microorganismos, favoreciendo los nutrientes y su salud. Es importante que lo cuides de plagas o enfermedades, así en el futuro no tendrás que preocuparte, se desarrollará sano y en otoño no lo verás secarse.
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